¿En qué se diferencian habilidades blandas y duras?

Cuando comenzamos la etapa escolar nos damos cuenta que obtener las mejores calificaciones, aprender fórmulas y técnicas para desarrollar ciertas actividades son requisitos para pasar a la siguiente etapa: los estudios técnicos, universitarios o superior, y todo esto para lograr un objetivo personal u obtener un puesto laboral en el futuro. Sin embargo, con el pasar de los años, esta tendencia evolucionó, especialmente en la manera de contratar a un trabajador. Ahora a las empresas les interesa ver más allá de las habilidades técnicas y busca que el candidato tenga ciertas actitudes.

¿Alguna vez escuchaste el término “habilidades blandas”?

Según el Observatorio Laboral de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, las habilidades para el trabajo se clasifican en dos tipos: las blandas y las duras. ¿Cuál es su diferencia?

Las habilidades blandas están asociadas a la personalidad y naturaleza del individuo como son las actitudes, valores y comportamiento que tiene un colaborador en el trabajo, mientras que las habilidades técnicas o duras son los conocimientos académicos o técnicos que adquieren los trabajadores en una institución educativa, y que suelen ser un requerimiento obligatorio para su contratación.

¿Qué tipo de habilidad es más importante?

Según el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), las competencias de capital humano que son requeridas por las empresas se conforman por: conocimientos, habilidades, actitudes y valores.

Aunque las habilidades duras o técnicas son obligatorias, las habilidades blandas son las que determinan la decisión final del equipo de recursos humanos, ya que tener conocimientos técnicos no es suficiente. Ahora se valora que el colaborador sea comunicador, negociador y sepa trabajar en equipo ya que esto fortalecerá la relación con los demás trabajadores.

Según Gemma Mercadal, psicóloga de la consultora AddVante, es básico desarrollar las capacidades intrapersonales, ya que estas “nos permiten gestionarnos a nosotros mismos, como el autocontrol, estabilidad emocional, autoconfianza o la resistencia a la adversidad”.

Para poner un ejemplo: si una persona está calificada para un puesto por sus conocimientos, pero no tiene habilidades blandas, puede presentar ciertas dificultades en su desarrollo laboral. Si no sabe administrar su tiempo, no podrá entregar sus trabajos en la fecha establecida por su jefe inmediato. Si es un líder y no genera empatía, sería agotador para sus empleados cumplir los objetivos. Si no posee buena comunicación, sus compañeros no entenderán lo que quiere hacer o dar a conocer, entre otros casos.

¿Cómo desarrollarlo?

Primero debes definir tus objetivos, ¿qué habilidad quieres desarrollar? ¿Creatividad? ¿Liderazgo? ¿Comunicación? Debes decidir una a la vez y darte tu tiempo.

Investiga sobre técnicas de inteligencia emocional que te ayuden a mejorar la habilidad elegida. También puedes acudir a especialistas. Y, por último, pon en práctica estas técnicas.